A todos en alguna ocasión nos ha podido suceder dejar para luego o aplazar realizar una tarea o decisión, generando en nosotros una ansiedad innecesaria. Lo malo de ésto es convertirlo en hábito, en sistema de vida.
Es fundamental priorizar nuestras tareas, organizarnos para poder sacar el máximo partido de nuestro tiempo.
Si priorizas tomas conciencia y por tanto eliges. El enemigo es la inercia. Caer en la inercia es acabar siendo poco fiable, siendo incapaz de comprometerte a realizar una tarea en un tiempo determinado.
Decidir es elegir. Cuando lo haces dispones de opciones y eso es positivo. Pero las decisiones suponen un riesgo, por eso algunas personas prefieren realizan tareas por pura inercia, unas veces ésta con suerte les regala éxitos y lo proclaman a los cuatro vientos, como si ell@s hubieran intervenido en algo que llevara a ese éxito, en cambio en otras ocasiones ante el fallo o la ausencia de éxito no tienen clara conciencia por su propia impasividad e inercia, porque por su inercia han sido incapaces de tomar sus propias decisiones, decisiones que algunas serán acertadas y otras no tanto, pero al menos al tomarlas generan una actividad que ha dejado al otro extremo esa inercia.
Todos debemos dejar a un lado la inercia. Si lo hacemos seremos más conscientes de nuestra propia vida.
La inercia es la propiedad de los cuerpos de resistirse al cambio del movimiento, es decir, es la resistencia al efecto de una fuerza que se ejerce sobre ellos. Como consecuencia, un cuerpo conserva su estado de reposo o movimiento uniforme en línea recta si no hay una fuerza actuando sobre él.
ResponderEliminar¿Puedes aplicar la teoría? ya sabes de que hablo.
Bueno, es una forma de verlo. Por el contrario, pienso que la inercia es dejarse llevar por la corriente dominante. Si aquellos dicen blanco yo digo blanco que cruzo la esquina y esos opinan negro, pues negro.. gente sin alma. A veces como dice the thinker, aciertan, pero no por si mismos... juegan al cara o cruz constantemente. Saludos
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