Lo digo porque el terremoto sucedido en Haití hace unas semanas ha hecho que algunas personas se solidaricen aportando donativos, algunos con iniciativa propia, y otros promovidos por asociaciones, medios, etc, los cuales han lanzado mensajes para ayudar a Haití y los ciudadanos de a pie que tienen un gran corazón se han sentido mejor consigo mismos pensando que dando ese euro (algunos un poco más) son un poco más solidarios, y seguramente mejor personas.
Pero no nos engañemos, Haití ya era un país necesitado, antes del terremoto, lo es después del terremoto y quizás lo sea por siempre-(como tantos otros países) ¡7 de cada 10 personas ya vivían por debajo del umbral de la pobreza!
Porque, efectivamente hay que alabar la labor que hacen las fundaciones, ONG’s, etc., hacia todos aquellos países y comunidades necesitadas, y que gracias a la ayudas y aportaciones de personas, ponen un grano de arena en mejorar la vida de los necesitados, y no sólo en mejorarla sino para que no la pierdan.
Lástima que no nos demos cuenta que son los gobiernos de todo el mundo los que en definitiva tienen la solución. Ya sé que es un topicazo, pero mi convencimiento es que si los gobernantes de los países intentasen remediar el hambre y las penurias de todos aquellos países que lo necesitan, a costa claro está de menos lujos, corrupción y otras barbaridades, y en definitiva se aliasen para hacer algo bueno y no para “apoyar las guerras”, tengo el convencimiento que el mundo iría un poquito mejor. En este mundo en que vivimos de riqueza y pobreza es hora de poner un gran peso en la balanza y empezar a compensar este desequilibrio?
En fin, mientras los gobiernos siguen haciendo y deshaciendo, algunas personas se sentirán casi seguro un poquito mejor sabiendo que hoy hemos hecho algo aportando ese euro de solidaridad, pero ¿realmente llega 100% al que lo necesita o en el camino se pierde una gran parte porque debemos seguir alimentando a otros para que sigan engordando?
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