Un encuentro entrañable. La mejor excusa para vernos, marcarnos unas migas como las de antes, hechas con cariño y paciencia, desmigado el pan, y con la carne aderezada del día anterior. Con cuchara de madera en mano, sin despistarse para que no se peguen en el sartenón, con su carne de costillas, su choricito y sus uvas, simplemente auténticas y con todo el sabor de compartirlas en familia. Y de postre, para poner un buen dulce a la buena mesa, un tiramisú, que sin ser un postre de los de antes, sino más bien un modernismo unido a esas migas, ha servido para dejar el cuenco sin huella de que allí hubiese sido degustado postre alguno.
Después a relajar el cuerpo y el estómago que el esfuerzo de rellenar el hambre bien lo había merecido.
¿Cuándo repetimos?
Cuando querais. Las migas en particular es todo lo que has comentado unido a recuerdos y añoranzas que tras pasar ese momento magico hacen ver realmente como ha pasado el tiempo.Las proximas en mio casa. EL OTRO
ResponderEliminarPues yo si os sobra un poquito de cada para la próxima cita no me importa ser invitada. Porque no sabéis la envidia que me ha dado, primero, la reunión familiar y segundo, tan suculentos platos. Y mas habiendo probado ya el tiramisú tan rico que hacen algunas.... Y encima lo cuenta sin traer un poco para probar. Q fuerte!!!
ResponderEliminar