Al ver el Paso ensalzado por todos esos cofrades que con su esfuerzo lo levantan y lo llevan acompasado por los tambores sonando una y otra vez, algo recorre mi cuerpo que no sé muy bien cómo explicar. Como si la imagen cobrase vida, el bullicio de gente se emociona, de repente se hace el silencio dando lugar a una voz entonando con verdadera pasión una saeta, y al finalizar, el gentío aplaude con gran algarabía como en los toros tras una gran faena.
La pasión de la Semana Santa se vive por propios y ajenos en los pueblos de España. Si el tiempo no acompaña la gente corre gotas de lágrimas en sus rostros por no poder acompañar al Santo de su devoción, por no poder sacar esa imagen en procesión.
Otra Pasión se vive en los bares y restaurantes, entre otros que esperan ansiosos esa cerveza o un vino, con algo más que echarse a la boca, para degustar la variedad gastronómica, unos llegan, otros se van, lleno al completo.
De nuevo estamos caminando hacia otro punto, para ver un nuevo Paso engalanado de oros y bordados. Días de Semana Santa, entre Procesiones y otras pasiones. Riqueza de cultura.
PD: Momentos entre Lorca y Caravaca de la Cruz (Murcia).
Qué lastima que se haya deslucido todo a causa de la lluvia que siempre ultimamente, caiga cuando caiga, llega por Semana Santa.
ResponderEliminarUn saludín