Ayer hizo un mes que ya no estás con nosotros pero no existe un solo día que no dejemos de pensar en ti.
Cuando mis ojos abren al nuevo día, de nuevo mi memoria activa el mismo pensamiento, tú.
Papá te echo muchísimo de menos, tanto que se hace muy duro no volverte a ver, hablar contigo, abrazarte.
Las lágrimas me acompañan muchos momentos de recuerdos, aquellos que siempre conservaré en mi memoria, aquellos que a pesar del tiempo que haya transcurrido emanan el cariño y amor vivido junto a ti.
Buena gente. Siempre estarás en nuestro corazón.