Y, ¿ahora qué?. Así creo que deben pensar aquellos que han vivido en su cuerpo la sacudida de los terrremotos ocurridos el día 11 de mayo en Lorca (Murcia).
Asolados, pero vivos.
Apenas hace un mes que paseé por sus calles, repletas de gente por la Semana Santa. Me pregunto qué hubiera pasado si hubiera sucedido en esas fechas de fiestas. Siento pena por lo que ha pasado. Las calles desoladas por los escombros y la gente sin saber si pueden volver a sus casas o si ocurrirán nuevas réplicas de importancia.
La vida paralizada en un compás de espera. Comienza el después para seguir conservando sus recuerdos, ahora conviviendo entre los destrozos, pero aferrados aún a la vida que ha de ser retomada de forma paulatina.
Ahora queda levantar la mirada para superar ésto, y reemprender como se pueda para seguir viviendo.
Ahora queda levantar la mirada para superar ésto, y reemprender como se pueda para seguir viviendo.