¡YA ES NAVIDAD! O al menos es lo que observas si vas a cualquier centro comercial o tiendas varias en las cuales ya puedes comprar cualquier artículo navideño, dulces y polvorones.
Ahora ya no es como antes. Nos apedrean con la Navidad a un mes y medio vista de la fecha en cuestión. Recuerdo cuando de pequeña celebrábamos la Navidad en casa de mi tía, donde nos reuníamos toda la familia, donde todos, sin excepción, estábamos dispuestos a disfrutar de esos momentos tan familiares y entrañables, y tras la cena nos gustaba cantar villancicos con la percusión de una simple botella de “Anís del mono”. ¡Qué tiempos aquellos”. Todos juntos en cincuenta y tantos metros cuadrados.
El año pasado compré un libro con un CD con los villancicos más populares. Es una tradición que casi se ha perdido pero la verdad es que me gusta que mis hijos los conozcan. Ya ni tan siquiera oyes villancicos en la radio y menos en las tiendas y centros comerciales. Al ver el libro me pareció haber encontrado una antigüedad.
Es verdad que cada año que pasa veo la Navidad con otros ojos. Creo que echo de menos aquellos momentos en los que todos participaban colaborando en la elaboración de la cena. Papá Noel para mi no existía, eran los Reyes los que pasaban por casa y nos dejaban a mi y a mis hermanos lo que buenamente podían. Recuerdo con plena claridad cuando los Reyes nos trajeron una bicicleta, a compartir, me parecía increíble por fin tener una bicicleta.
Si existían folletos de juguetes, yo sinceramente ni me acuerdo. Ahora en cambio, tienes un amplio repertorio de catálogos de juguetes y tienes que hacer un estudio de mercado para seleccionar concienzudamente dónde te ahorras unos eurillos. Y advertir desde el principio, que sólo se puede pedir uno por Papá Noel y otro por Reyes, por lo menos para que los niños disfruten de algo en sus vacaciones. Es la única cosa que he incorporado, Papá Noel pasa por casa para que las vacaciones se hagan un poco más entretenidas para los niños.
Todo ha cambiado. PURO CONSUMO. Hoy mismo he estado en una enorme tienda de juguetes de la que no voy a hacer publicidad, y estaba a tope de gente comprando juguetes. ¿Será que hay muchos cumpleaños? Ni hablar, la gente ya está surtiendo el saco de Papá Noel y de los Reyes Magos. Precisamente he ido de forma intencionada para hacerme con un catálogo de juguetes, para que el peque haga su razonable selección. La lista habrá que recortarla a buen seguro.
¡Ya falta poco para que comience el concurso de casas iluminadas!. Lo del concurso lo digo por decir, porque sin ser concurso como tal para mi está claro que la gente compite. Donde vivo cada año son más los aficionados (o quizás iluminados) que se animan a poner luces rodeando la fachada de la casa y el Papá Noel escalando por la ventana. Los Reyes, se ven a razón de una casa de cada veinte o más. Perdemos las buenas costumbres, me refiero a las costumbres españolas. Hay que ver cómo tira lo americano, las casitas iluminadas, el Papá Noel y el reno con luces en la puerta. La luz cuesta cada día más cara y la gente poniendo luces a diestro y siniestro.
Creo sinceramente que la Navidad va perdiendo su esencia. Por mi parte aprovecharé el puente de diciembre para poner el árbol navideño y el Belén como marca la tradición, y por supuesto no me uno al rito americano de luces que me empacha.
Voy a volver a CERRAR LOS OJOS PARA RECORDAR LA AUTÉNTICA NAVIDAD. Quiero seguir recordándola para no olvidar detalles que me hagan sentir que la Navidad es algo más que lo que vemos en los escaparates. Por cierto, también aprovecharé para soñar que compro un décimo de lotería de Navidad en verano y... ¿quién sabe? ¿Y si toca? Hasta la lotería se ha vuelto consumo, porque si me apuras pronto cualquier día del año será bueno para comprar un décimo de Navidad.